Qué sería de 2011 sin Intravino

Que seria de 2011 sin Intravino

La sonrisa de tu hijo. El mar en todas las estaciones. Una botella de vino con amigos. El iPhone 4 y Metallica. El sol de la tarde en invierno. El trabajo duro y los libros que te ayudan a crecer. Pizza. Tu esposa que te despierta con un beso y un café fragante por la mañana. Una noche en el restaurante. Disfruta de la salud. Ver fotos antiguas y pensar que el tiempo no ha pasado en balde. Un chocolate caliente. Siéntete útil. Confiar en que no todo está aquí pero saber lidiar con lo que está aquí. Alguien que te diga: “Eres especial”. Canta en tiempos difíciles. Animales que te invitan a ser más humano.

Ahora que lo pienso, sin embargo… Deja de fumar. Conviértete en periodista. Encontrar un trabajo que no sea estable y remunerado pero gratificante. Ver a Roberto Saviano en la televisión en hora punta. Escribir un libro y también hacer una película. Vuelve a la Iglesia. Reserva en las Rocas. evitar yo gárgaras cuando no estás cenando con amigos despojados. Sea un buen comerciante, no un mercenario. No pierdas oportunidades de hacer feliz a tu esposa, padre e hija.

Luego, claro… Escribe menos y mejor. Pierde 5 kg. Apague su PC con más frecuencia. Mira a las personas a los ojos cuando hablen. Correr a 150 km/h por la playa con una moto preparada para el París-Dakar al atardecer de invierno. Despertarse un día y encontrar la lira como moneda de cambio. Derrotar al Berlusconi que hay en mí antes que desearle lo peor al propio Berlusconi. Contando lo hermoso que es el mundo y desenmascarando a los buscavidas. Beba menos merlot y Toscana, pero más Piamonte y champán. A la mierda lo que bebes cuando hay algo más importante en qué pensar.

No podían faltar las cosas buenas de la vida, los buenos propósitos para el 2010 y los buenos propósitos para el 2011 de la redacción de Intravino. Orgulloso de los lectores apasionados y de la credibilidad lograda a través de catas, reportajes, análisis, provocaciones, cotilleos de vinos y números circenses. ¿Y tú? Feliz 2011, desde el fondo de mi corazón.




Deja un comentario