(Fotografía GTres)
El viernes por la tarde. Llegas a casa y lo que mucho más te gusta es tomarte una copa de vino. Inconveniente: no posee ninguna botella abierta. ¿Abrir una solo para tomarte una copa? A comprender hasta cuándo se queda después abierta… ¿Cuántas ocasiones te pasó? Si es como nosotros, ¡seguramente mucho más de una! Pero relajado, no tienes que abandonar tu copa. La clave es preservar la botella, una vez abierta, en las mejores condiciones, y siendo consciente, naturalmente, que no la vas a poder tener un mes abierta.
Tomar vino viejo
Contenidos
- Tomar vino viejo
- ¿Se puede tomar el vino 7 días tras abrirlo?
- ¿El vino abierto se estropea?
- Mantener la copa de vino
- ¿Cuánto tiempo dura el vino sin abrir?
- ¿Cuánto tiempo puede perdurar una botella de vino sin abrir en el frigorífico?
- ¿Cuándo dura una botella de vino con tapón de rosca?
- Guía del vino
- ¿El vino abierto es bueno tras un mes?
- ¿De qué forma se almacena una botella de vino abierta?
- ¿Puede enfermar el vino viejo?
- Vino tinto abierto
diez días tras abrirlo?
Mudar el vino de botella.
Otra buena opción para sostener el vino de manera que aguante el mayor tiempo viable una vez abierto es mudar el vino sobrante a una botella mucho más pequeña. Como comentamos previamente, el vino ha de estar el menor tiempo y en la menor cantidad viable en contacto con el oxígeno. No olvides después tapar la botella como hemos citado en el punto previo.
Otro aspecto que oxida el vino de manera rapidísima es la temperatura. Cuanto mucho más alta sea la temperatura mucho más veloz se oxida el vino, de ahí que es esencial almacenar la botella de vino en el frigorífico de forma rápida cuando por el momento no serviremos mucho más vino.
Sabios consejos para preservar el vino
Al fin y al cabo, si no concluimos la botella y nos queda líquido para otra ocasión, como preservamos el vino, sin que la exposición hacia el ámbito exterior lo deteriore ? ¿De qué forma tenemos la posibilidad de guardarlo a fin de que no evolucione desfavorablemente y lo saboreamos en distintas instantes?
El primer y categórico consejo para eludir o postergar el avigranamiento es almacenar el vino en condiciones particulares. Debemos mimarlo, resguardarlo lo mucho más viable. Si disponemos una cava refrigeradora, ponemos la botella. Otra opción alternativa es la heladera. ¿Por qué razón? Pues a bajas temperaturas las bacterias actúan de manera considerablemente más lenta.
¿Pero qué le pasó al vino?
¿Un día tiene buenos aromas y al otro pésimos fragancias? ¿Estaban ocultos? La realidad se cierra en un término mágico… la evolución. El vino es una bebida con una dificultad química y biológica excepcional y todavía es un líquido vivo, que evoluciona hasta el día que lo tomamos. De ahí que el trabajo de los enólogos radica en sostener “la fiera relacionada” y siempre y en todo momento sostener los procesos bajo control. De esta manera se trabajó bastante en comprender cuáles son los microorganismos presentes en el vino y de qué manera activarlos/inactivarlos. Es por este motivo que a prácticamente todos los vinos se les añade un antiséptico llamado anhídrido sulfuroso que forma sulfitos en el vino (indudablemente en la contra-etiqueta has leído “Tiene dentro Sulfits”).
En el vino varias cosas tienen la posibilidad de salir mal, pero hay 2 procesos que son más habituales y que todos hemos llamado en algún momento, si bien prácticamente indiferentemente, pero que no obstante son muy dispares: la oxidación y la picadura .