Frente todo doy las merced al Ministerio de Temas Exteriores del Gobierno español de, por lo menos tras 15 días, haber venido a conocer de cerca mi situación humanitaria. En relación a mi situación que es más que nada inhumana, una situación donde se están violando todas y cada una de las convenciones de todo el mundo, más que nada aquellas firmadas por Marruecos, más que nada el Pacto En todo el mundo de Derechos Civiles y Políticos… No vine a España por mi intención. Vine obligada a viajar, tras una detención desmesurada que duró 24 h en el Sáhara Occidental. Una vez que se tomó la resolución exagerada de expulsarme de manera ilegal de mi tierra, estuve protestando a lo largo de mucho más de una hora en oposición al comandante del avión. Le hice entender que él sería el encargado de lo que pasaba y que sería cómplice de todo cuanto pasaba, le dije que no tenía pasaporte y que todos y cada uno de los policías que veía tras mí eran los que habían incautado mi pasaporte; que era una protectora de derechos humanos saharaui, que llegó ayer de las Islas Canarias y que me forzaron a viajar dejando a mis hijos en El Aaiún. El comandante del avión me mencionó que no podía llevar al avión a un individuo que no tenía pasaporte. El encargado de la policía marroquí le mencionó que era portadora de una vivienda de españa. Le respondí que no obstante yo no podía viajar a España sin pasaporte y, más que nada, en oposición a mi intención. El comandante hizo múltiples llamadas telefónicas y respondió que él no podía llevarme al avión. De nuevo charló con él el encargado de seguridad marroquí y le ha dicho: – «A usted solo le importa esto, el billete de avión». Le enseñó un billete de avión que tenía. «Y esta es una orden de la que el ministro de Exteriores español está al tanto». Tras un instante, el comandante del avión recibió una llamada telefónica y se dirigió a mí y me preguntó mi nombre. Le dije mi nombre. En el momento en que le dije, el comandante comentando con la persona en el teléfono –que yo ignoraba quién era- le mencionó que sí, lleva por nombre Haidar. Dejó de charlar y tras 2 o tres minutos recibió otra llamada, se veía precisamente que su rostro había cambiado. Se dirigió al jefe de seguridad marroquí y le ha dicho: «Bueno, tenemos la posibilidad de dejarlo». En ese instante, le hice comprender que él mismo, exactamente la misma la aerolínea y también igual que España serían las causantes de todo cuanto pasaría.
La verdad de los delitos
Los datos del Centro Nacional de Estadísticas detallan que de los 410.842 delitos de los que tiene registro, un total de 308.096 fueron realizados por personas de nacionalidad de españa, al paso que 32.696 se imputan a ciudadanos de países africanos, entre ellos los marroquíes. Esto quiere decir que el 7,9% de los delitos fueron perpetrados por personas africanas, en oposición al 74,9% cometido por españoles.
Si la estadística se desagrega por géneros de delitos, está que en varios de los mucho más nombrados en asociación con los inmigrantes del Magreb, como los latrocinios y los delitos sexuales, el porcentaje cometido por españoles es de manera sistemática mayor porcentaje cometido por africanos.