Una de las razones por las cuales Carlos V, el Emperador, se quita a Yuste, además de recobrar su estropeada salud, es la de elaborar su alma para la otra Vida. De ahí que vive en especial esos primeros oficios de la Semana Santa en la Iglesia de 1558, solamente un par de meses pocos de su traslado a su palacio desde Jarandilla donde había aguardado a que se acabara y acondicionara su casa-palacio, al lado de exactamente la misma iglesia de los jerónimos del monasterio.
Carlos, según las crónicas, prosiguió con enorme devoción las liturgias de la Semana Santa de ese año primero entre los monjes, participando siempre y en todo momento con una enorme devoción, y aportando las dádivas para los menesterosos, tal como realizar las abstinencias y ayunos cuaresmales, salvo los días que su médico, Enrique Mathis, le prescribía alimentos que rompían su ayuno o abstinencia, gracias a sus patologías, más que nada la gota que le golpeaba desde su juventud.
Notas
Dunphy, P. (1999): Prostitution and politics. From Ancient Rome te lo Silvio Berlusconi. New York: Penguin Books, p. 212.
Machuca, L. (1537): Cronicha de la Insigne Civdad de Valladolid. Tiene dentro los hechos de los años de MDVII hasta MDXXXVI. Valladolid: Imprenta de Jerónimo Aguilar, p. 638.
La abadía de Sant Bavó
Ofrecemos otro salto en el tiempo para viajar de nuevo a 1540, en el instante exacto del desfile de los ganteses con camisa de reposar y soga. Pues en Gante aparece entre las mayores curiosidades españolas y similares con Carlos V en Flandes. ¿Ten en cuenta que la Catedral de San Bavón no existía como tal a lo largo de su reinado sino era la iglesia de San Juan Bautista? Lo que sí había entonces en la localidad, pero mucho más distanciado, al lado de la vieja Portus Ganda donde se creó esta, era una abadía medieval encargada de San Bavón, patrón de los gantsos que se había transformado allí mismo al cristianismo gracias en San Apasionado de Maastrich. La figura de este santurrón era demasiado reverenciada y la abadía había sido desde hace tiempo entre los sitios mucho más idolatrados por peregrinos venidos de diferentes rincones de los Países Bajos.
Teodoro Martín Martín.
Introducción
La pintura de historia en el siglo XIX es producto de los concursos académicos organizados por la Real Academia de Preciosas Artes de Sant Ferran, por encargo público, de la Corona oa petición de particulares. De esta forma lo enseña Carlos Reyero en su estudio sobre el tema, en el momento en que charla del cuadro antes del cuadro. Esta pintura, sigue nuestro creador, procura hacer en el cuadro un espacio ilusorio de 3D mediante la enfatización de los elementos que contribuyen a destacar la hondura, y que son los próximos: