La lectura del evangelio del día de el día de hoy nos sugiere ir a pensar sobre el valor de lo que se ha vivido y de lo que se ha aprendido, pero la vida es activa y no debemos vivir anteriormente, quizá nuestras vivencias fueron de enorme felicidad o de bastante estudio. Jesús nos comunica el día de hoy que todo cuanto nos obsequia es nuevo, con aire limpio y nuevo, con una exclusiva ocasión para realizar las cosas.
El Espíritu de Dios está en incesante movimiento, no es estático, todo lo moderniza, todo lo crea. Aun en la Iglesia, siempre y en todo momento nos encontramos llamados a caminar, a conocer caminos de promesa, esto no significa que la ley de Dios con el pasar de los años quede obsoleta, no significa eso. La palabra de Dios siempre y en todo momento va a estar vigente el día de hoy, mañana y siempre y en todo momento. No obstante, la manera de realizar las cosas si cambian y argumentan a las pretensiones propias del tiempo. Y en todos estos cambios está el Espíritu Beato que asiste, impulsa y acompaña.
Lee la palabra de Dios
“Absolutamente nadie pone parche nuevamente en vestido viejo; pues tal parche tira del vestido, y se hace peor la rotura. Ni echan vino nuevo en odres viejos; en caso contrario los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y una cosa y otra se preservan junto.” Mateo 9:16-17
De ahí que, la Palabra de Dios nos enseña que en lo que se refiere a la pasada forma de vivir, nos desponemos del viejo hombre, que está viciado según los deseos falsos, mudando nuestra forma de meditar y colocándonos el ropaje de la novedosa naturaleza construída según Dios en la justicia y santidad de la realidad (Efesios 4:22-24), esto es nos fué dada la justicia y santidad de Cristo .
LUCAS 5: 33-38
33 Y le afirmaron: ¿Por qué razón Juan y los acólitos de los fariseos ayunan frecuentemente y oran mientras que tú comes y tomas? 34 Jesús les ha dicho: –¿Tienen la posibilidad de ayunar a los convidados a la boda mientras que el novio está con ellos? 35 Va a llegar el día que el novio por el momento no va a estar allí. Sí, ese día ayunarán. [36] Asimismo les contó una parábola: Absolutamente nadie corta un pedazo de una parte novedosa para arreglar una parte vieja. Si lo realiza, no solo arruinará el vestido nuevo, sino el parche no va a quedar bien en el vestido viejo. 37 Tampoco lo va a hacer. vino nuevo en odres viejos, pues el vino nuevo va a hacer que los harapos de vino se rompan, entonces el vino se esparcirá y los odres van a ser destrozados.38 El vino nuevo debe ponerse en odres nuevos. El vino y la oración del vino se preservan. El vino viejo desea tomar el nuez pues dicen: «El vino viejo es preferible».
Esta es la segunda ilustración que relata Jesús según el contexto tratado en la parábola de la reparación con un vestido nuevo, pero en este momento debemos investigar qué sucede en el momento en que se arroja vino nuevo en odres viejos *, se romperán y la orden se va a romper. perderse, por el hecho de que en el momento en que el vino fermenta gases y los odres viejos al endurecerse dejan de resquebrajarse, no son tan flexibles como los nuevos, de ahí que el vino nuevo es requisito ponerlo en odres nuevos; Este es el mensaje de Cristo, vino nuevo, no encajaba en los odres viejos, judaísmo que rechazaba las enseñanzas del Mesías.
por David C. Grabbe Forerunner, «Contestación lista» 13 de agosto de 2014
“Pero el vino nuevo debe ponerse en odres nuevos, y los dos se preservan” — Lucas 5:38
En Juan 1:11, leemos que el Verbo —el Dios Constructor— vino a los suyos, y los suyos no lo han recibido. Los cuentos de los evangelios dan extensa prueba a Jesús’ encuentros usuales con los fariseos y otras autoridades religiosas de la temporada. En un patrón muy utilizado, los fariseos lo interrogan sobre todos y cada uno de los puntos probables, intentando de conseguir una falla.