Los cuentos de los llamados Evangelios de la Niñez, el de Mateo (episodios 1 y 2) y el de Lucas (episodios 1 al 3), nos presentan 2 anclajes cronológicos: el primero, que hace aparición en Lucas 1.5 y en Mateo 2.1, asegura que Jesús nació en tiempos del rey Herodes el Grande (40-4 a. C.), y el segundo, en Lucas 2.1-2, que coincidió con el censo que, en tiempos de Augusto, Quirino llevó a término en la provincia romana de Siria, y del que asimismo contamos novedades por Flavio Josefo, historiador judío del siglo I d. C. que, tanto en sus Antigüedades de los judíos XVII.355 y XVIII.1.2.26.102 como en su Guerra Judía VII.253, relata este censo y resalta su carácter nuevo y sin precedentes. No obstante: se conoce con absoluta seguridad de que Quirino solo fue gobernador de la provincia de Siria (que en ese instante ahora incluía Judea) en el año 6 de nuestra era. Así, ámbas novedades, el reinado de Herodes y el censo de Quirino, son incompatibles desde un criterio cronológico.
<p id="caption-attachment-37008" La matanza de los inocentes (1611), óleo sobre mesa de Peter Paul Rubens (1577-1640), Arte Gallery of Ontario , Canadá. Herodes el Grande es un personaje con malísima popularidad en la tradición bíblica –y naturalmente en la tradición cristiana posterior a la vida de Jesús de Nazaret– singularmente gracias a este episodio especial, más allá de que indudablemente hablamos de un relato mítico que no almacena certeza histórica.
Para eliminar al demonio y sus proyectos
“Conque, por el hecho de que los hijos forman parte de carne y sangre, asimismo Jesús participó del mismo, para anular a través de la desaparición el poder de ‘aquel que tenía el poder de la desaparición, o sea, el demonio, y dar a quienes por el miedo a la desaparición, estaban sujetos a esclavitud a lo largo de toda la vida.” Hebreos 2:14-15
“El que ejerce el pecado es del demonio, por el hecho de que el demonio ha pecado desde el comienzo. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para eliminar las proyectos del demonio.” 1 Juan 3:8
La capacidad de Dios.
Juan solo podía bautizar con agua, pero el Señor bautiza con Espíritu Beato. No hay color entre el poder de uno y otro. No hay color entre la trascendencia del bautismo de Juan y Cristo. No hay ningún color entre las secuelas para nosotros de la acción humana y la divina. Nuestro matrimonio es de origen divino, y es el Espíritu Santurrón quien lo realiza. Vivamos nuestro matrimonio con sobrenaturalidad.
Luis: Carmen, ¿qué acciones hacemos en nuestro matrimonio que son de origen humano y cuáles de origen divino? Por el hecho de que es obvio que las primeras se usa para poco y las segundas tienen una capacidad colosal. Carmen: Yo pienso que, todo cuanto nos transporta a las proyectos de la carne son acciones nuestras, y todo cuanto nos transporta a los frutos del Espíritu, son las proyectos de Dios en nuestro matrimonio. Luis: Me semeja una contestación muy, muy buena. Está bien que estemos alerta por ver los frutos de cada acción que hacemos para ir identificando el origen de cada una y accionar consecuentemente. Carmen: La capacidad del Espíritu en nuestro matrimonio es enorme. Dejemos que Él realice los milagros.