Conforme incrementamos la intensidad de color, gusto y texturas, requerimos vinos con cuerpo, envolventes, de taninos firmes y redondos que estén a la altura del plato.
De este modo, ahora empezaremos a meditar en un Malbec corpulento, con enorme expresión de fruta, taninos redondos, sustancioso y fresco al unísono, de estilo moderno, con una crianza en roble francés de 12 meses.
¿Con qué vinos ser útil la pasta italiana?
Italia se encuentra dentro de los países vanguardistas tratándose de combinación de pasta y vinos, y la decisión del vino en la mayoría de los casos cambia, según el género de pasta y los elementos que lo conforman.
Entre las clases de pasta Italia, resaltan los próximos:
¿Qué vinos ser útil con la pasta?
En el instante de seleccionar el vino para acompañar pastas, sugerimos tomar en consideración los elementos que conforman la pasta, para hallar matices de gusto ricos en el paladar en combinación con el vino elegido.
Basándose en las características del mismo, por poner un ejemplo, la tiernicidad o la acidez que le caracteriza. Entre los vinos para acompañar pastas resaltan los elaborados a partir de las próximas cepas de uva:
¿Qué vino acompaña la pasta carbonara?
En el instante de probar una exquisita y frágil pasta carbonara lo idóneo es probar un sutil vino blanco, como Pinot Blanc o un Chardonnay, puesto que resulta idóneo para acompañar salsas cremosas. ¡Una combinación que tienes que evaluar!
Si te resulta interesante entender nuestro top de spaghetti, tienes que leer esta nota: https://vinomanos.com/2020/diez/spaghetti-dia-mundial-de-la -pasta /
Te planteamos entonces ciertos caminos sencillos para ingresar en el vino y pastas mucho más apropiados:
- Filete. Insuperable con unos spaghetti de buena adherencia para la salsa, de esos que, vistos con lupa, tienen como enanas branquias producto del extruido que los efectúa. Salsa fácil, el tomate contribuye acidez y gusto, una migaja de alguna yerba y ajo llegan para ofrecer el tono. En este chato, los vinos que mejor marchan son los tintos afrutados y refrescantes, como ciertos Pinot Noir fragantes. Ricos y acordes en el bolsillo son Saurus Estate (2019, $445), Salentein Reserve (2018, $650) y Manos Negras Artesano (2019, $985).
- Bolognesa. La imagen de la alegría es un plato de pennes rigatti acanalados vertiendo sus picos al corte sobre una bolognesa humeante. Es cierto, la salsa reconoce inmensidad de variaciones, pero la combinación de carne picada y tomate con determinado toque condimentado proporciona un perfil en el que el vino debe tener un rápido nivel de tanicidad para no toser el paladar. Y para compensar en gusto, buena fruta. Malbec sencillos de zonas frías, como Carmela Tradicional (2018, $650), Terrazas de los Andes Apelación de Origen Los Chacayes (2018, $901), dicho sea de paso un hit para la zona y el valor, sumado a Piedra Alta Compilación (2019, $610) y La Hermosa Old Vines (2018, $580).
Para los spaghetti con solomillo, solamente rico que un negro afrutado como ciertos Pinot Noir fragantes.
- Con pesto. Salsa polivalente en el momento de las composiciones, el pesto bien hecho, con albaca, perejil y algo de rúcula (innovación sugerida), con ajo fresco y piñones o nueces, resiste tanto blancos como negros, siempre y cuando sean aromatizados y de lozanía elevada. No obstante, con un Torronte fresco y perfumado, de zonas frías, es en el momento en que mejor luce. De esta forma son Críos (2019, $595) y Chakana Estate Selection (2019, $800). Pero puestos a ir por otro blanco, un Chardonnay de los convocados marcha bien. Negros como los que van al artículo ahora asimismo marchan con el pesto.
- Con ragú. Como toda salsa donde la carne estofada es el corazón, el punto gordito, que es asimismo el misterio de la concentración del gusto, necesita un rico negro. La fantasía universal es que un Malbec de cuerpo habría de ser el alfa y el omega, pero todo lo opuesto: no tiene que ver con reventar la salsa, sino más bien de acompañarla, y de esta manera marchan los Bonarda new age de fruta roja y lozanía elevada, como Colonia Les Llebres (2018, $600), Paso a Paso (2018, $620) o Argento (2019, $300). Vino y pastas, no falla.
Con mantequilla y salvia. De los mejores inventos por, por poner un ejemplo, unos ravioles de calabaza o unos ñoquis por el hecho de que la simplicidad de los sabores crea la necesidad de contrastes sencillos. Va con un blanco afrutado, de rica acidez cubierta en un óptimo cuerpo, y con determinada crianza a fin de que se acompasen la textura de la mantequilla y la del vino. De esta forma, la mejor combinación de vino y pastas en un caso así son Chardonnay. De esta manera resultan Rutini Acercamiento Chardonnay (2018, $924), Famiglia Bianchi (2019, $585) y Tapiz Alta Collection (2019, $670).
